En el pasado, los sombreros eran parte indispensable de cualquier atuendo. Con los giros de la moda, este accesorio se dejó a un lado.
Ahora que experimentamos climas más intensos, los sombreros vuelven a ser un básico en cualquier época del año.
Queremos que tomes la mejor decisión para el sombrero que más te conviene y, lo más importante, lo luzcas sin complejos. En esta guía te daremos los puntos esenciales para que busques el sombrero perfecto para ti de acuerdo con tu tipo de rostro.
Define tu tipo de rostro
Comienza por medir tu frente, tus pómulos, la línea de tu mandíbula y el largo de tu rostro con una cinta métrica.
¿Cuál es la parte más ancha de mi rostro? ¿Qué forma tiene mi mandíbula? ¿Cuán largo es mi rostro? ¿Es más largo que ancho? Y de ser así, ¿en qué medida?
Rostro cuadrado
Escoge un sombrero que tenga líneas suaves como la boina o cloché. Busca: alas medias son mejores para afinar tus rasgos faciales.
Evita: los de alas anchas, pues dejarán de proporcionarte esa suavidad que tanto buscas en tus facciones.
Rostro alargado
Necesitas generar un balance, haciendo que el rostro luzca un poco más ancho de lo que realmente es., así que los sombreros de alas anchas y acampanados como los cloché, los Fedora o los capelina, serán tus mejores amigos.
Evita: los sombreros de copa alta deben evitarse, ya que provocarán que tu cara parezca aún más alargada.
Rostro redondo
A este tipo de rostros le favorecen los sombreros más estructurados como los Fedora o los Borsalinos, ya que estilos como estos dan equilibrio a la cara por su ala ancha y de estilo angular.
Evita: las formas redondas como los campana, ya que acentuarán la forma circular de tu cara.
Rostro en forma de corazón
Trata de escoger sombreros de ala media y caídos en la parte frontal como los borsalinos. Los sombreros de ala volteada dirigen la atención hacia los ojos y crean la ilusión de una mayor longitud, lo que proporciona un equilibrio con la frente ancha.
Evita: los sombreros de copa alta, las boinas y las gorras de béisbol.
Fotografía de portada: Fausto García-Menéndez en Unsplash